Blogia
JMAYORGA

TRABAJO EN EPOCA DE CRISIS

Un mendigo, no vidente, estaba sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un cartel que decía: "Por favor, ayúdeme. Soy ciego".

Un creativo publicitario que pasaba por allí se detuvo y observó que había una pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso, dio vuelta el cartel y escribió otro anuncio. Luego volvió a ponerlo a los pies del ciego y se fue.

Por la tarde el creativo pasó nuevamente por el lugar y observó, con beneplácito, que la gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó qué había escrito en el cartel.

El publicista respondió:

- Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras.

El ciego nunca lo supo, pero en el nuevo cartel se podía leer: "Hoy es primavera, y yo no puedo verla"

En época de mis padres, una pretensión normal de profesionales y trabajadores era hacer carrera en una empresa. Un buen profesional tenía casi asegurada su estabilidad laboral y el desarrollo de carrera en la empresa. Desde hace algo más de 20 años, esta estabilidad laboral fue decreciendo, en la medida que se fue profundizando la globalización.

En la época actual, y especialmente en estos días de crisis económica, se adolece de todo tipo de garantía y seguridad laboral, y  el mismo “concepto” de trabajo esta viéndose rápidamente reemplazado por el concepto de “competencias profesionales”. Hoy más que nunca necesitamos aprender habilidades que no nos han enseñado en la universidad. Muchas de estas habilidades se encuentran comprendidas en lo que llamamos Inteligencia Emocional, a la que podríamos definir como el:

CONJUNTO DE CAPACIDADES ADQUIRIDAS QUE DAN
LUGAR A UN DESEMPEÑO LABORAL SOBRESALIENTE.

A diferencia del “coeficiente intelectual” (C.I.), que apenas varía después de los diez años, la inteligencia emocional (I.E.) constituye un proceso de aprendizaje mucho más lento que prosigue durante toda la vida y que nos permite ir aprendiendo de nuestras experiencias.

“Yo, nosotros, las personas, soy/somos dueño/s y señor/es
de mi/nuestra mejora, de mi/nuestro progreso,
porque soy/somos actor/es de mi/nuestras experiencias”.

Las personas desarrollan progresivamente mejor este tipo de actitudes en la medida que se vuelven más capaces de manejar sus propias emociones e impulsos. De motivarse a sí mismos y de perfeccionar su empatía y sus habilidades sociales.

¿Por qué es tan importante y para qué sirve?

Una de las últimas encuestas para determinar las competencias que el nuevo entorno, las empresas  y los propios empresarios pedirán, tanto a los nuevos colaboradores como a los actuales dio como resultado:

·                 Estar técnicamente preparado para el trabajo.

·                 Capacidad para escuchar y de comunicarse verbalmente.

·                 Adaptabilidad y capacidad de respuesta creativa ante obstáculos y contratiempos.

·                 Capacidad de autocontrol, confianza, motivación para trabajar por objetivos y sentimiento de orgullo por los logros obtenidos.

·                 Eficacia grupal e interpersonal, cooperación, capacidad de trabajo en equipo y habilidad para negociar las disputas.

·                 Eficacia dentro de la organización, pro actividad en cuanto a la participación activa y potencial de liderazgo.

“Es decir sólo uno de los seis requerimientos tenía carácter académico.
Los demás pertenecen al espacio de la Inteligencia Emocional”.

 

LAS 5 DIMENSIONES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

La Inteligencia Emocional esta basada en 5 dimensiones o “ámbitos de actuación”. Cada dimensión tiene unas competencias emocionales que, entrenadas efectivamente, darán lugar a un desempeño laboral y personal sobresaliente:

El entrenamiento en nuestras habilidades de inteligencia emocional es, hoy en día, imprescindible  para conservar y conseguir un buen empleo, como así también para nuestro desarrollo como profesionales independientes. No sólo nos permite profundizar nuestras relaciones y desarrollar nuestra creatividad, también nos habilitara a enfrentarnos con efectividad en  un contexto de  incertidumbre y desafíos crecientes.

 

0 comentarios