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EL CAMBIO

EL CAMBIO
POR PABLO BUOL

El cambio es lo único constante en la vida. Resistir el cambio es resistirse a la vida. Sencillamente, no funciona.

Sin embargo no todos los cambios son deseables, no nos da lo mismo un cambio que otro. Y es ahí donde podemos intervenir con nuestro poder de decisión, acción y liderazgo, conduciendo los cambios, para orientarlos al rumbo que nos importa. Esto puede ser una tarea a veces simple, a veces complicada, y otras directamente imposible, ya que muchos de los cambios que pueden importarnos están fuera de nuestra área de influencia. Y es bueno reconocer que no somos seres omnipotentes.

Hay cambios que, siendo simples o complicados, son siempre posibles, son los que tienen que ver con nuestro propio cambio. Algunos podemos lograrlos a través de un cambio de acciones, o hábitos. Para otros necesitamos un proceso de aprendizaje transformacional.

Es en este proceso de aprendizaje donde, a través del Coaching Ontológico, logramos nuevas maneras de ser, de pensar, de sentir y de hacer. Para ésto partimos de ciertas preguntas, como: ¿Qué cambios quisieras que ocurran en tu vida? ¿Qué resultados te importan? En este año que recién se inicia... ¿Qué estás dispuesto a hacer para que ésto suceda? ¿Quién estás dispuesto a ser? ¿Podrías pedir ayuda? ¿A quién? ¿Qué tendrías que aprender o generar?

Hoy, nosotros cambiamos. Para renovarnos, para conservar nuestra integridad, explorar nuevos caminos y, sobre todo, para brindarte un mejor servicio.

POR Julio Numhauser

Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo.

Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño.

Cambia el más fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante.

Cambia el rumbo el caminante
Aunque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no extraño.

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia.

Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde la primavera.

Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño.

Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo, ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente.

Y lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana.

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia

Gran parte de los problemas de efectividad y sufrimiento que enfrentamos en el mundo actual (de las organizaciones y en la vida personal) está relacionado con incompetencias que presentamos en la forma de conversar y relacionarnos con otros. Por ejemplo, es posible encontrar equipos de trabajo altamente competentes en lo técnico que sin embargo presentan problemas de confianza que hacen difícil la coordinación de acciones, problemas de resentimiento que generan culturas de rumor o problemas de resignación que hacen imposible aprovechar las oportunidades que ofrece el futuro. En el plano personal muchas personas sufren por su incapacidad de ser escuchados, por su dificultad para reclamar o su dificultad para reconocer el trabajo de otros. Junto a lo anterior, el cambio permanente que se vive en las organizaciones ha transformado la capacidad de aprendizaje, en una habilidad fundamental para la innovación y adaptación de ellas, la capacidad de aprender es hoy la competencia que nos permite enfrentar con éxito la amenaza de obsolescencia a las que nos somete el cambio.

El Coaching Ontológico es una disciplina que nace como un intento de hacernos cargo de las paradojas que tenemos en las organizaciones actuales. Alta efectividad junto a altas dosis de sufrimiento; especialización técnica junto a entornos de trabajo tomados por la desconfianza; altas posibilidades tecnológicas y de recursos para enfrentar el futuro junto a resignación.

La educación racionalista que dominó en Occidente en los últimos siglos nos convenció que bastaba la comprensión racional de los asuntos para lograr el cambio. Hoy sabemos que no es suficiente la mera declaración de que queremos cambiar para que entremos en acción, es más, nuestras grandes incompetencias para generar cambios están en el plano de la inteligencia emocional y corporal. Generar compromiso en los equipos de trabajo, entusiasmo por el futuro, capacidad de reacción ante las permanentes emergencias y crisis que se presentan en las organizaciones requiere de habilidades de inteligencia emocional y corporal que el management tradicional no ha desarrollado. Tener buenas explicaciones de por qué acontecen las cosas no nos asegura que podamos desplegar acciones para hacernos cargo de ellas.
Julio Olalla

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