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Pienso que la función profesional del educador y la educadora social en los Servicios de Rehabilitación en Salud Mental es muy importante

Pienso que la función profesional del educador y la educadora social en los Servicios de Rehabilitación en Salud Mental es muy importante

En la asistencia a los servicios de rehabilitación en Salud Mental, seria   necesaria  la intervención de equipos  compuestos por diferentes profesionales: psicólogos, trabajadores sociales, y la incorporación de los  educadores/as sociales.

Las funciones del educador y la educadora social; dependería del modelo de intervención, que va desde el  hospitalario -atendiendo a la medicación y cuidados básicos- hasta el laboral en programas de inserción y formación laboral, pasando por el modelo comunitario,  donde el trabajo del/a educador/a iría  encaminado a recuperar las capacidades de la persona para que ésta consiga el máximo nivel de autonomía y de integración social.


 

 El papel del educador y la educadora 

 

El/a educador/a social, generalmente va a intervenir fuera del sistema escolar reglado o educación formal, lo va a hacer en lo que llamamos educación no formal. La mayor parte de los profesionales de la educación social trabajan para provocar un cambio, es decir, el/a educador/a ha de intentar cambiar actitudes y valores, ha de ayudar a las personas a integrarse en la vida social, ha de formar para conseguir una mayor y mejor participación de las personas en la comunidad; por lo tanto su intervención educativa va a ser con las personas y con la comunidad.


 La tendencia de las políticas neoliberales es destinar cada vez menos recursos a las necesidades socioeducativas. Por tradición en nuestro país, gran parte de estas necesidades han estado cubiertas por el voluntariado, si bien éste hace una labor muy importante, existe el riesgo de que las administraciones públicas no asuman esta responsabilidad.

En el apartado siguiente se describe  las funciones básicas que realiza el/a educador/a social en cualquier ámbito de intervención: educación de adultos, infancia, vejez, toxicomanías, salud mental, etc.

 
El educador o la educadora como referentes

Partiendo de la base que el/a educador/a es el profesional que más tiempo pasa con el/a usuario/a en los centros de rehabilitación, en los primeros meses de vinculación de éste al centro, es en la relación que establece con el educador donde podemos observar el tipo de relaciones que la persona usuaria mantiene en el exterior con las demás personas.

Posiblemente haya mucha ansiedad, miedos o intentos de intrusión. El educador debe empezar a intervenir de algún modo. En ocasiones deberá tranquilizar y acompañar a la persona en las actividades o poner límites a los intentos de manipulación por parte de la persona usuaria (manipulación inconsciente), es decir, como resistencia al cambio y al crecimiento personal. Cuando una persona llega a un centro de rehabilitación, a menudo viene de un largo periodo de inactividad, incluso muchos no han salido de casa en meses, por lo que les cuesta mantener un horario, asistir regularmente, etc. A veces inventará excusas, o intentará aliarse con otros profesionales, para evitar enfrentarse a algo que le cuesta un gran esfuerzo. Para evitar esto es muy importante que el educador aporte sus observaciones al resto del equipo.


Acompañamiento

Más allá de la función pedagógica, aparece como paralela y necesaria, la función de acompañamiento. Esta función entendemos que ha de suponer la capacidad y necesidad de empatía y asertividad, es decir, como capacidad de escuchar y entender la demanda que nos hace. El educador, ha de ser no autoritario ni sobreprotector. Debe poder hacerse cargo de aquello que la persona usuaria no puede asumir, pero sin llegar a una postura autoritaria, porque podría entrar en conflicto con el otro, ni ser sobreprotector, para evitar la dependencia excesiva, lo que dificultaría la evolución de la persona. De esta manera, a través de este acompañamiento, en el grupo de usuarios se crea un clima emocional que posibilitará el crecimiento y la evolución individual.

 

Potenciador de la autonomía

Acompañar a una persona usuaria en su proceso no es sustituirla, ni pensar por ella, ni actuar por ella, pero es necesario en un primer momento pasar por una fase de dependencia sana dentro del proceso de crecimiento, pues ello permitirá que en un segundo momento la persona pueda funcionar con más autonomía, después de haber interiorizado un vínculo protector con el educador.

 

Organizar y estructurar las actividades

El objetivo principal de las actividades del centro de rehabilitación es facilitar espacios que cumplan la función de objeto intermediario con intencionalidad terapéutica, son espacios en los que se reconoce la capacidad de hacer, de construir, de autoestima, de valorar y potenciar los aspectos más sanos y conservados de la persona usuaria.

El educador/a puede ayudar a rectificar y a integrar ciertos aspectos de la persona con su actitud, pero la actividad es una herramienta que ayuda a estructurar a la persona, que permite ofrecer un marco de realidad. A través de ella, la persona usuaria tiene voz en el grupo, puede ser escuchada puede expresarse, se potencian recursos para la cooperación, la ayuda mutua y la relación entre las diferentes personas que componen el grupo.

Dinamizar el grupo

En ocasiones nos encontramos con que la actitud del grupo es pasiva, entonces es cuando el educador ha de adoptar el papel de dinamizador, promoviendo la aparición de temas, ofreciendo nuevas posibilidades de expresión, aportando y requiriendo opiniones, favoreciendo la comunicación. Es importante que los educadores tengan cierta capacidad de crear y de improvisar.

 

 

Reconocer, dialogar conflictos

Es cierto que el educador ha de ser flexible, aceptar a la persona usuaria con sus dificultades y crear un clima de tolerancia, pero también es la persona que ha de garantizar la convivencia del grupo.

En cualquier lugar donde diferentes personas con diferentes problemáticas pasan varias horas al día compartiendo un espacio, se han de respetar unas mínimas normas para conseguir una buena relación, por lo tanto, el educador ha de ser la figura de autoridad que garantice la armonía del grupo.


 

 

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