LA CULPÀ
LA CULPA |
Es muy común, cuando no logramos un resultado que buscamos, echar la culpa afuera. Culpamos a nuestros padres, nuestra pareja, nuestro jefe, a los empleados, el presidente, etc. De esta manera no nos hacemos cargo de nuestros "malos" resultados... y nos llenamos de enojo, ira, resentimiento, desprecio por aquél (o aquella) a quien culpamos. Ahora tenemos dos problemas: no tenemos el resultado deseado, y nos embarga un malestar emocional que nos perjudica. Madurez es lo que alcanzas cuando ya no tienes necesidad de juzgar ni culpar a otros por lo que te sucede. |
Otras veces nos culpamos a nosotros mismos: "lo hice mal", "tendría que haber hecho aquello", o "no debería haber hecho esto", son algunos de los pensamientos que, junto a un evaluador interno rígido e incomprensivo, nos culpa y nos castiga. Por supuesto, en esta instancia seguimos sin lograr el resultado deseado, y ahora los sentimientos de enojo, ira y desprecio van dirigidos contra nosotros mismos. Lo cual, obviamente, nos causa más dolor y malestar. Serenidad es lo que alcanzas cuando ya no tienes necesidad de culparte por tus errores. En definitiva la culpa no nos sirve, ni cuando culpamos afuera ni cuando nos culpamos. ¿Por qué? Sencillamente porque la culpa induce al castigo, y el castigo no soluciona ningún problema. No repara. No genera bienestar. No es efectivo. Entonces... ¿cómo hacemos para lograr ese resultado que deseamos? ¿cómo hacemos para corregir un error propio? El primer paso es darnos cuenta que culpar y castigar no funciona. |
Reflexión |
Los errores y las faltas necesitan ser corregidos. La culpa es una emoción que te dice cómo mejorarte a ti mismo. Es una señal que violaste un valor importante. Sin embargo, la culpa que solamente crea autocompasión y desesperanza es contraproducente. Así también la culpa que te impide hacer acciones buenas en el presente. Puede ser que no seas culpable. Eres imperfecto en algunas áreas, y así también lo es con todo lo demás en este mundo. Aún así puedes trabajar en tu mejoramiento personal, con alegría. La culpa positiva es cuando te das cuenta de que como un ser humano falible te has equivocado y estás comprometido a rectificar la situación. Incluso podrías permitirte sentir cierto sentimiento positivo de que debido a que tienes buenos valores te sientes culpable. A veces has herido a alguien y no puedes ya corregir la situación. Si éste es el caso, ¿qué acciones positivas puedes actualmente hacer para ayudar a otras personas? Por supuesto, es mejor rectificar a la persona que dañaste, pero cuando esto no es posible, por lo menos puedes tomar acciones positivas en su honor. Zelig Pliskin |
Un mensaje de Pablo Neruda |
No culpes a Nadie Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar. No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente. Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán. Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino. Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados. |
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