Blogia
JMAYORGA

PSICOLOGIA EVOLUTIVA

“La transición a la vida adulta”

“La transición a la vida adulta”

Capital Social (Perez,2006)

Resiliencia (Manciaux, 2001)

Aprendizaje para la vida Vygotsky (Wertsch,1993)

 

Expertos psicólogos evolutivos nos explican como las políticas de la juventud del presente fracasan, pues depende más de las capacidades interiorizadas en el pasado que de las oportunidades del presente.

 

La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas.

                                                                   E. Chávez y E. Iturralde (2006)

Las personas resilientes han sido definidas con las siguientes características:[

Sentido de la autoestima fuerte y flexible

Independencia de pensamiento y de acción

Habilidad para dar y recibir en las relaciones con los demás

Alto grado de disciplina y de sentido de la responsabilidad

Reconocimiento y desarrollo de sus propias capacidades

Una mente abierta y receptiva a nuevas ideas

Una disposición para soñar

Gran variedad de intereses

Un refinado sentido del humor

La percepción de sus propios sentimientos y de los sentimientos de los demás

Capacidad para comunicar estos sentimientos y de manera adecuada

Una gran tolerancia al sufrimiento

Capacidad de concentración

Las experiencias personales son interpretadas con un sentido de esperanza

Capacidad de afrontamiento

Apoyo social

La existencia de un propósito significativo en la vida

La creencia de que uno puede influir en lo que sucede a su alrededor

La creencia de que uno puede aprender con sus experiencias, sean éstas positivas o negativas

Las fuentes interactivas de la resiliencia:

TENGO

-Personas alrededor en quienes confío y que me quieren incondicionalmente

-Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar peligros y problemas

-Personas que me muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder

-Personas que quieren que aprenda a desenvolverme solo

-Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro o cuando necesito aprender.

SOY

-Una persona por la que los demás sienten aprecio y cariño

-Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto

-Respetuoso de mi mismo y del prójimo

ESTOY

-Dispuesto a responsabilizarme de mis actos

-Seguro de que todo saldrá bien

PUEDO

-Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan

-Buscar la manera de resolver mis problemas

-Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso

-Buscar el momento apropiado para hablar o actuar

-Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito

                                                                          Lic. G. Tayara-Lic. M. Hermida

 

 

 

 

 

 

LA IMPORTANCIA DE LA ESCUCHA ACTIVA

Escuchar, mucho más que oír…

Uno de los tantos temas que me ha sorprendido cuando me acerqué al Coaching Ontológico, fue la importancia dada a la escucha.

Escuchar, tomado como una parte importante de la conversación, como una parte activa de la conversación. ¡Qué sorpresa! Algo a lo que no solemos darle mucha importancia y salvo en ciertas conversaciones especiales –muy pocas, por cierto- o en determinadas prácticas profesionales. Fuera de eso, podría decir que muchas veces es algo que hacemos al pasar o mientras hacemos otra cosa, ¿por qué no? En nuestra cultura no solemos dar mucha importancia a la escucha… Y vaya que si la tiene. Quisiera que rescatemos dos puntos y que ahondemos un poco en uno de ellos. Como mínimo hay dos espacios de reflexión interesantes e importantes en lo que podemos ahondar:

El escuchar es una parte activa de nuestras conversaciones. Es quien le escucha quien le da sentido a lo que hemos dicho. De algún modo, es esa persona la que termina con su interpretación definiendo el mensaje. Trata de pensarlo, alguna vez interpretaste algo de algún modo, para darte cuenta tiempo después que tu interpretación no tenia que ver con las intenciones de quien te había hablado? Por eso es importante entrenarnos en el arte de escuchar, aprender a preguntar e indagar como parte de la escucha, asegurarnos tanto de uno u otro lado que lo que se recibe es lo que el emisor quiere comunicar. Aprender a indagar para darnos cuenta que la otra persona escuchó lo que queríamos decirle, que nuestro mensaje fue bien escuchado.

. Y el segundo punto y es en él en el que quiero ahondar es en la cuestión de respeto y valoración que se pone en juego en la escucha. De algún modo en la escucha se pone en juego lo que Maturana llama el respeto del otro como un legítimo otro. Aceptar al otro como un legítimo otro es aceptar al otro tal cual es, es reconocerlo por lo que dice, y por lo que le pasa…

 

De algún modo a través de nuestra escucha validamos a las otras personas, le decimos TE ESCUCHO, te veo, es importante para mi lo que tienes para decirme, me interesa Tu persona. Trata de pensar por un momento cómo te sientes cuando le hablas a alguien sobre algo importante y ese otro te escucha mientras escribe algo en su ordenador, o hojea en sus papeles. ¿Cómo te sientes? O quizás te pasó alguna vez que estabas hablando y ni siquiera terminaste la frase porque te diste cuenta que a la otra persona no le interesaba o no estaba escuchando lo que decías ¿Puedes recordar la sensación en tu cuerpo? Francamente olvidable, nada que uno quisiera recordar.

En cambio seguramente te ha pasado de hablar con alguien que ayudó a que sientas que lo que tenías que decir merecía la pena escucharse, que era importante para ese alguien lo que tenias para decir ¿Puedes recordar cómo te sentiste? ¿Cómo es tu relación con esa persona o cómo lo era? ¿Te daba o te da gusto hablar con ella? Si?! Pues eso es lo que nos pasa cuando alguien nos escucha. Nos sentimos bien, nos sentimos importantes, nos da gusto estar con esa persona.

 

Sobre esto, quiero que reflexionemos, que nos preguntemos ¿Escuchamos a los otros? ¿De qué modo? ¿Escuchas a los demás mientras lees, mientras envías un mail o miras algo en tu computador? O ¿Escuchas poniendo el 100 % de ti a disposición de esa escucha, prestando atención a lo que el otro tiene para decirte, a su emocionalidad, a lo que no dice, a lo que le importa y le preocupa?
¿Escuchas dejando de lado las etiquetas que les has puesto a los otros? O muy por el contrario ¿Tú ya sabes lo que él va a decir porque ya sabes el tipo de persona que es y por lo tanto las cosas que piensa y dice y ni falta que hace que lo escuches?

¿Escuchas porque con los años has aprendido que de todas y cada una de las personas que pasan por nuestra vida hay algo que podemos aprender? O ¿a ciertas personas ni las escuchas porque tú ya sabes mucho y estás de vuelta de muchas cosas?

 

Quizás no importan tanto las razones, si lo hacemos por apuro, si lo hacemos por indeferencia, por desconocimiento o porque no le damos a las personas y a las relaciones el valor que tienen… quizás eso no sea importante…

Quizás sí podamos rescatar como importante que la escucha es una parte importante de nuestras conversaciones, que en ella se teje una parte importante de nuestras relaciones, de nuestro bien-estar y del bien-estar del otro en el con-vivir con el otro, que de una buena escucha resulta un hacer efectivo donde logramos coordinar acciones donde lo que se pide y lo que se da van en concordancia.

Quizás podamos pensar o re-pensar que el escuchar es también una forma de mostrarle a los otros lo importante que son para nosotros…

Un cariño inmenso

Mil gracias por leerme

Cristina Perrucci

 

TRABAJO EN EPOCA DE CRISIS

Un mendigo, no vidente, estaba sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un cartel que decía: "Por favor, ayúdeme. Soy ciego".

Un creativo publicitario que pasaba por allí se detuvo y observó que había una pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso, dio vuelta el cartel y escribió otro anuncio. Luego volvió a ponerlo a los pies del ciego y se fue.

Por la tarde el creativo pasó nuevamente por el lugar y observó, con beneplácito, que la gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó qué había escrito en el cartel.

El publicista respondió:

- Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras.

El ciego nunca lo supo, pero en el nuevo cartel se podía leer: "Hoy es primavera, y yo no puedo verla"

En época de mis padres, una pretensión normal de profesionales y trabajadores era hacer carrera en una empresa. Un buen profesional tenía casi asegurada su estabilidad laboral y el desarrollo de carrera en la empresa. Desde hace algo más de 20 años, esta estabilidad laboral fue decreciendo, en la medida que se fue profundizando la globalización.

En la época actual, y especialmente en estos días de crisis económica, se adolece de todo tipo de garantía y seguridad laboral, y  el mismo “concepto” de trabajo esta viéndose rápidamente reemplazado por el concepto de “competencias profesionales”. Hoy más que nunca necesitamos aprender habilidades que no nos han enseñado en la universidad. Muchas de estas habilidades se encuentran comprendidas en lo que llamamos Inteligencia Emocional, a la que podríamos definir como el:

CONJUNTO DE CAPACIDADES ADQUIRIDAS QUE DAN
LUGAR A UN DESEMPEÑO LABORAL SOBRESALIENTE.

A diferencia del “coeficiente intelectual” (C.I.), que apenas varía después de los diez años, la inteligencia emocional (I.E.) constituye un proceso de aprendizaje mucho más lento que prosigue durante toda la vida y que nos permite ir aprendiendo de nuestras experiencias.

“Yo, nosotros, las personas, soy/somos dueño/s y señor/es
de mi/nuestra mejora, de mi/nuestro progreso,
porque soy/somos actor/es de mi/nuestras experiencias”.

Las personas desarrollan progresivamente mejor este tipo de actitudes en la medida que se vuelven más capaces de manejar sus propias emociones e impulsos. De motivarse a sí mismos y de perfeccionar su empatía y sus habilidades sociales.

¿Por qué es tan importante y para qué sirve?

Una de las últimas encuestas para determinar las competencias que el nuevo entorno, las empresas  y los propios empresarios pedirán, tanto a los nuevos colaboradores como a los actuales dio como resultado:

·                 Estar técnicamente preparado para el trabajo.

·                 Capacidad para escuchar y de comunicarse verbalmente.

·                 Adaptabilidad y capacidad de respuesta creativa ante obstáculos y contratiempos.

·                 Capacidad de autocontrol, confianza, motivación para trabajar por objetivos y sentimiento de orgullo por los logros obtenidos.

·                 Eficacia grupal e interpersonal, cooperación, capacidad de trabajo en equipo y habilidad para negociar las disputas.

·                 Eficacia dentro de la organización, pro actividad en cuanto a la participación activa y potencial de liderazgo.

“Es decir sólo uno de los seis requerimientos tenía carácter académico.
Los demás pertenecen al espacio de la Inteligencia Emocional”.

 

LAS 5 DIMENSIONES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

La Inteligencia Emocional esta basada en 5 dimensiones o “ámbitos de actuación”. Cada dimensión tiene unas competencias emocionales que, entrenadas efectivamente, darán lugar a un desempeño laboral y personal sobresaliente:

El entrenamiento en nuestras habilidades de inteligencia emocional es, hoy en día, imprescindible  para conservar y conseguir un buen empleo, como así también para nuestro desarrollo como profesionales independientes. No sólo nos permite profundizar nuestras relaciones y desarrollar nuestra creatividad, también nos habilitara a enfrentarnos con efectividad en  un contexto de  incertidumbre y desafíos crecientes.

 

Cambiar los Hábitos

 

Eres lo que tu más profundo y vigoroso deseo es. Como es tu deseo, es tu voluntad.  Como es tu voluntad, son tus actos, como son tus actos, es tu destino.
Brihadaranyaka Upanishad iv.  4.5 

 

Hace unas semanas salía de una conferencia de Robert Kiyosaki y me preguntaba para qué me había sido útil ir, más allá de para darme el gusto de ir a una charla suya.

En la charla no escuché cosas que no hubiera leído antes en sus libros pero fue fundamental e hizo un cambio en mi hacer y en mi el hecho de haber ido, hizo mucha diferencia. Entonces me respondí que lo que aprendí es lo importante de mantenernos motivados, de mantenernos en la senda.

Y es desde esto es que quiero proponerles que hablemos del cambio de hábitos. Hoy más que plantear una reflexión, reviso algunos puntos que aprendí respecto a cambiar los hábitos.

Como vieron recién, el primero es ese: es importante sostenernos motivados y direccionados para ese cambio que queremos lograr. Para mi, ir escuchar su charla, me re-direccionó nuevamente hacia mis objetivos. Estaba en camino, pero escuchar su charla fue un excelente impulso hacia adelante, fue como recuperar un poco el entusiasmo de los primeros tiempos.


Cambiar los hábitos no es fácil, hay mucho en juego detrás de eso. Por lo que es importante que favorezcamos el cambio desde distintos espacios, aquí te planteo algunos:

Desde la reflexión: cambiando nuestros modelos mentales, leyendo más –escuchando conferencias, etc.- sobre el tema que nos interesa cambiar. Leer sobre el tema nos permite descubrir un mundo nuevo. Ver lo que hoy permanece oculto a nuestros ojos.

Desde el planeamiento: Tener un plan de cambio adaptado a nosotros. La receta del otro está muy buena para el otro pero no siempre es lo mejor para mi, ni me siento tan a gusto con eso. Entonces busco y creo un plan adaptado a mí, a mis tiempos, posibilidades, necesidades, etc. Un plan que tenga en cuenta también en qué no me fue bien en intentos anteriores para poder superar esas dificultades.

Desde la decisión: No bajar los brazos. Como dice un maestro mío, “Ser inflexible con las metas y flexible con los métodos” de eso se trata. De hacer los cambios que necesite hacer para flexibilizar mi plan. Un plan que me permita lograr mi cambio de hábitos.

 

Desde el seguimiento sostenido: cuando quiero modificar algo, escribo. Este es uno de los puntos más importantes: cada noche dedico unos minutos a escribir sobre eso. Si estoy trabajando para lograr mi libertad financiera, reviso cada día lo que hice, los gastos que tuve, lo que pude haber hecho diferente, entonces de allí saco nuevos aprendizajes para los días por venir. Cada semana, llevo un balance que me permita medir y visualizar mis avances.

Si lo que estoy trabajando es un cambio de hábitos sobre otros temas, me tomo esos mismos minutos y en un cuaderno escribo sobre ese día ¿Cómo me fue en mi cambio? ¿Qué progresos hubo? ¿Cómo me sentí me siento? ¿Qué hice y hubiera preferido no hacer? ¿De qué modo lo puedo prever la próxima vez?

Es infinitamente importante este espacio, este espacio nos mantiene en la senda, nos hace concientes de nuestros logros y crecimientos y nos permite reflexionar sobre los tropiezos y sortearlos a futuro.

Desde sostenernos motivados: nos permite transitar el cambio con alegría. ¿Qué quieres lograr con este cambio? ¿A qué te permitir acceder este cambio? Es necesario que busques tu propia forma de motivarte que te ayude a sostener el camino hacia el logro de ese cambio más allá de las circunstancias y las caídas temporales.

Mantener la dirección o el enfoque: en lo posible es importante mantener el objetivo presente, ya sea poniendo carteles en un lugar visible, una foto de alguien que nos sirve como modelo u otra forma que se te ocurra de mantenerte centrado en el logro. Lo importante es recordar lo que quiero lograr. En su momento por ejemplo, cuando comencé a trabajar para cambiar mis hábitos en relación con el dinero, escuchaba todos los días durante media hora –a veces más- audios sobre el tema. Y un libro de Kiyosaki encima de mi escritorio.

El camino es la meta...

LA FELICIDAD NO ES UNA ESTACION A LA QUE SE LLEGA, SINO UNA MANERA DE VIAJAR.

 

 

 

Cruzar a la Vereda del Protagonismo

La mayoría de la veces hay algo que podemos hacer, aunque a veces las circunstancias, el stress o el desánimo no nos permitan ver las opciones….

“Me hace sentir mal” aunque esta vez en particular re-tomo esta frase de una asistente en un curso. No es la primera vez que la escucho y seguramente no ha a ser la última. Nadie nos hace sentir nada… si nosotros no le damos el poder para hacerlo. Y es bueno que lo tengamos en cuenta. Si no lo hacemos vamos a esperar que los otros carguen con responsabilidades que no les corresponden.

Nos vamos a sentir frustrados… como mínimo. Si dejo mi propio bien-estar en manos de otra persona de algún modo dejo el timón mi barco en manos de otro capitán, y el único capitán de mi barco soy yo, sería bueno que siempre elija serlo yo.

Esto nos pasa muy frecuentemente en espacios laborales. Alguien en mi trabajo tiene mal genio o no tenemos buena sintonía –peor aún si ese alguien es cercano o superior en jerarquía- y entonces estamos amargados en ese espacio. Eso es dejar el poder en manos de los otros. Es olvidarme que yo soy el único protagonista y responsable de mi propia vida y mi propio bien-estar.

Como decía un maestro, los otros “otrean” y no hay nada que yo pueda hacer contra eso, pero hay algo que sí puedo hacer, puedo elegir mi propia respuesta. Puedo elegir que eso no me afecte. Puedo elegir en primera instancia que la mala cara del otro no termine contagiándome y seamos entonces ya dos malas caras. Puedo elegir cómo sentirme y responder a eso. Digo en primera instancia, porque puedo arbitrar los medios necesarios para hacer lo que considere conveniente para mejorar, revertir o finalizar ese espacio.

Y digo en primera instancia porque conforme avance mi propio liderazgo personal podré tantísimas veces crear contextos y conversaciones que permitan facilitarle a otros un “estar siendo” distinto, mejor, de mayor bien-estar, co-creando espacios donde me sienta cómodo y feliz de compartir.

Pero volviendo a lo nuestro, es importante que me de cuenta de que yo elijo cómo estar, yo elijo que eso me afecte o no me afecte. A veces no nos resulta sencillo, a veces hay algo que necesitamos aprender para cruzarnos de vereda. Pero es importante que cruce, y que sea conciente todo el tiempo de mi elección.

Mirándolo desde otro espacio, cuántas veces decimos “tengo que ir a trabajar” como si no hubiese alternativa.

Entonces voy, todos los días con mala cara y a desgano. Porque no me queda otro remedio…. Y yo pregunto ¿Es verdad que “tienes” que ir a trabajar? O ¿lo eliges porque quieres darle lo mejor a tus hijos, porque quieres prosperar, porque te importa crecer profesionalmente?...

En espacios de menos recursos, cuando la gente es más pobre, muchas veces se sienten aún más victimas de las circunstancias, y es allí donde más insisto en el protagonismo. Cuando alguien me dice “tengo” que ir a trabajar para mantener a mis hijos. Yo digo “No, no tienes que ir a trabajar para mantenerlos” “Eliges ir a trabajar y mantener a tus hijos y hacer lo mejor que puedes por ellos” pero es Tu elección. De hecho no todos los padres lo hacen, no todos los padres crían a sus hijos.

Si tomo conciencia de que en todo momento yo elijo, no sólo no voy a dejar el timón de mi barco en manos de otro capitán, sino que voy a dejar de sentirme víctima de cualquier circunstancia o persona, y ya eso me ubica en un espacio y en una mirada de bien-estar.
La propuesta es eso, es cruzarme a la vereda del liderazgo personal, donde la mayor parte del tiempo cada uno es protagonista y elige su respuesta, elige como sentirse… aún en circunstancias donde algunas veces la vida nos ubica de verdad en un espacio de víctimas

 

El poder está siempre en el momento presente

El Secreto para lograr un cambio hacia una vida plena está en poder aceptar que somos nosotros los creadores de nuestro destino   ¡siempre!


Te invito a que reflexionemos juntos…Repito: todo suma y todo sirve.

 

Todo lo que hemos hecho hasta ahora, estuvo bien. Pero hay un momento en nuestra vida en que nos gustaría encontrar respuestas simples, un camino más fácil, recursos más sencillos y unidireccionales. Y, sobre todo, que las soluciones y respuestas, vengan de nuestro interior, de nosotros mismos. Te invito a que te hagas las mismas preguntas que yo me hice largo tiempo ¿Qué es lo que me falta por aprender? 

 

¿Qué es lo que sabe y aplica la gente exitosa y feliz, independientemente de su edad, su cultura, su nacionalidad, su educación?

¿Qué pasaría si hubiera una sola disciplina, sumada a un solo entrenamiento, que se adecuara a cada uno de nosotros? ¿Que no importaran nuestras diferencias, historias, carencias o educación? Es decir, ¿que ambas se adecuaran a cada uno de nosotros, con nuestras semejanzas y diferencias; pero a través de los mismos postulados?

El poder está siempre en el momento presente.

Investigando, aprendiendo y practicando llegué a La Ley de Atracción, como ley perenne en el Universo y al Coaching Ontológico, como disciplina de resultados.

Como tantas otras personas en el mundo que ya los están aplicando exitosamente…dejando a un lado (sólo por un momento) nuestros títulos, experiencias y conocimientos, para ponernos en un lugar de humildad, dispuestos a aprender algo nuevo.

Y así, sumando todo este conocimiento a nuestro saber previo.

La Ley de Atracción existió, existe y existirá. Opera de todas maneras en el Universo, la conozcas o no. La diferencia es que si te entrenas en ella, puedes gozar de sus beneficios; si no te entrenas en ella, no podrás gozar de sus beneficios. Ella seguirá operando, de todas maneras. En tu vida y en la vida de todos. Y en todos los aspectos de tu vida: salud, bienes materiales, amor, relaciones personales, dinero, vocación, felicidad, plenitud, etc.

 

El Coaching Ontológico proporciona destrezas de creatividad, liderazgo y comunicación a las personas, las ayuda a descubrir un conocimiento que ellas mismas encierran. Contribuye al desempeño, la efectividad y el bienestar, y va más allá: expande la capacidad de acción de las personas y organizaciones,  porque les permite ayudarse a sí mismas.

 ¡Imagínate una articulación entre la Ley de Atracción y el Coaching Ontológico!

Te proponemos “sacar lo mejor de ti mismo”, encontrar tus respuestas y soluciones, en un camino sencillo, inteligente, corto, entretenido y apasionante. Es decir, la Ley de Atracción desde la mirada del Coaching. Y, por supuesto, orientado al logro de resultados en todos los niveles: salud, bienes materiales, amor, relaciones personales, dinero, vocación, felicidad, plenitud, etc..

Preguntas para RefleAccionar:

·                 ¿Qué deseos puntuales tienes con respecto a los ingresos, tus talentos, la pareja, la familia, la salud?

·                 ¿Son deseos realistas, a tu modo de ver? ¿Te has preguntado si los quieres realmente?

·                 ¿Qué respuestas/acciones tuyas podrías cambiar para obtener resultados?

·                 ¿Qué estás dispuesto a hacer para lograrlo?

·                 ¿Qué compromiso/acción estás dispuesto a asumir/realizar en tu vida, que te conduzca al hacer antedicho?

 

 

NUESTROS JUICIOS

¿Sabías que nuestros juicios determinan no sólo nuestra identidad y la de otros sino también nuestro futuro? Determinan nuestra identidad porque somos en mucho aquello que decimos y sobre todo que nos decimos de nosotros mismos. Con ellos abrimos y cerramos posibilidades, todo el tiempo.

Probablemente has oído hablar de las profecías autocumplidas. Quiero compartir contigo una definición:

Una profecía autocumplida o autorrealizada es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad.

Es decir que emitimos una opinión sobre nuestro futuro y en base a nuestra creencia es que ese futuro que hemos pronosticado se convierte en realidad. Cuando una persona se dice que no podrá, ten por seguro que definitivamente no podrá. Tienen tanta fuerza que finalmente termina ocurriendo lo que nosotros desde nuestras opiniones pronosticamos. Aquel que cree que nunca va a lograr algo y finalmente no lo logra. Es fácil cuando lo analizamos desde afuera darnos cuenta que el hecho de emitir un juicio de valor, éste nos condiciona a hacer y dejar de hacer determinadas cosas, a mirar y dejar de mirar otras, a atraer o no atraer otras tantas.

Veamos juntos un ejemplo: Fátima considera que ella nunca podrá alcanzar el puesto de coordinadora de ventas de la empresa donde se desempeña.

 

Como tiene ese juicio de valor sobre sus posibilidades, qué sucede? Sucede que ya no esfuerza en capacitarse para lograrlo, en hablar con las personas que podrían decidir o influir para que lo logre. Sucede que no pone la vista en aquellas situaciones, objetos, posibilidades que pueden acercarla a su sueño. Sucede que desde ese juicio de valor que emitió nunca podrá transformar su sueño en un proyecto.

Ni qué decirles cuando emitimos juicios de valor sobre nuestros hijos, el poder que tienen sobre la vida de ellos, y pensando en esto, cierro esta Newsletter contándole sobre algo que me sucedió hace varios años con mi hijo varón.

Mi hijo todavía iba a la primaria, comenzaba secundaria. Yo estaba cansada de que las maestras me llamaran al colegio porque él molestaba en clase por lo inquieto que era. Finalmente decidí llevarlo a terapia. Y su terapeuta me enseñó a descubrir que eso que –a simple vista - era un defecto, una desventaja, que eso que mirado desde una óptica era un causante de problemas, mirado desde otra, era un espacio de capacidades no aprovechadas. Aprendí a poder ver más allá.

Después de eso, le enseñé a mi hijo que cuando terminara de hacer las tareas o los ejercicios que le dieran, que se pusiera a dibujar. De ese modo no le llamarían la atención y él podría mantenerse entretenido.

Fui al colegio y le pedí a la maestra que si podía le diera tareas extras o hiciera que él la ayudara para que no se sintiera aburrido y tentado a charlar o interrumpir a otros. Después de eso, la maestra comenzó a acordar con él en que lo ayudara como secretario cuando terminara los ejercicios. También lo nombraron miembro del club de lectores para que fuera a leerles cuentos a los chicos de los primeros grados.

Es muy importante cómo miramos, y qué cosas nos decimos de aquello que vemos tanto de nosotros como de otros. Aprender a ser inteligentes emocionalmente implica –entre tantas cosas- tener capacidad de ver de modo positivo, de saber apreciarnos y apreciar a las personas en sus valores y capacidades, y desde ahí poder construir el presente y el futuro que queremos.

¿Qué cosas te estás diciendo de ti mismo?

¿Qué posibilidades abren o cierran tus juicios?

¿Qué acciones necesitas llevar a cabo para poder cambiarlos?

 

Cuando emites juicios sobre los otros

¿A dónde te conducen? ¿Crees que estás emitiendo juicios que crean valor? ¿Con quiénes? ¿Y con quiénes no? ¿Qué podrías hacer para mirar diferente?

 

 

En qué aspecto de tu vida sería bueno que cambiaras tus juicios:?

En tu pareja
En los juicios sobre tu persona
En los juicios acerca de tus hijos
En lo referente a las personas de tu trabajo
En lo que respecta a tu futuro
En lo concerniente a tu pasado

 

 

 

 

PRACTICAR LA I NTELIGENCIA EMOCIONAL

INTRODUCCION
La inteligencia emocional nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones de la vida cotidiana, desarrollar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que nos brindará más posibilidades de desarrollo profesional y personal.     Las emociones son impulsos para actuar, es decir, disposiciones para la acción. Estas tendencias biológicas -que están moldeadas por nuestras experiencias pasadas y nuestra educación (la historia personal y la historia social)- guían nuestras decisiones, trabajando en colaboración con la mente racional y permitiendo –o imposibilitando- el mismo pensamiento.   
Del mismo modo que las luces del tablero de mandos del automóvil se encienden e indican que ha subido la temperatura o queda poco combustible, cada emoción es una luz de tonalidad específica que se enciende e indica que existe un problema a resolver. Por lo tanto, las emociones son aprovechadas completamente cuando uno aprende qué problema específico detecta cada emoción y cuál es el camino que resuelve el problema detectado.
 
OBJETIVOS

El objetivo de este entrenamiento es desarrollar las competencias emocionales y relacionales, de acción y reflexión de los participantes, a fin de lograr una mayor efectividad en el logro de los objetivos personales y organizacionales, orientados a desarrollar las actitudes y habilidades que permitan:
  • Reconocer las propias emociones: Como clave para intervenir en las mismas y desarrollar actitudes más efectivas.
  • Distinguir entre emociones y estados de ánimo: A fin de establecer distintas estrategias de intervención, según sea el caso.
  • Intervención en el mundo emocional: Aprender a regular  y manejar las emociones, como un modo de adecuar las mismas a las circunstancias que nos tocan vivir.
  • Reconocer las emociones de los demás: Pudiendo de este modo desarrollar la empatía y mejorar las relaciones interpersonales.
 
 FUNDAMENTOS

El entrenamiento toma como soporte teórico los nuevos estudios de la biología, la psicología y la interpretaciones acerca de la ontología del lenguaje desarrolladas por diversos autores, en particular por los psicólogos Albert Ellis, Howard Gardner y Norberto Levy, los filósofos Martín Heiddeger, S. Austin y John Searle; por el biólogo Humberto Maturana, por el ingeniero y empresario Fernando Flores, y por los doctores en filosofía Daniel Goleman y Rafael Echeverría. En el mismo se presentan las distinciones clave del manejo del mundo emocional, las relaciones, la comunicación y el poder de acción.       PROGRAMA TEMÁTICO  Generar nuevas posibilidades de acción:Mecanismos de percepción.
Modelos de generación de Resultados.
Modelos Mentales.
Coherencia del Ser Humano.
Comunicación, Escucha y Resolución de conflictos.
Diferenciar Hechos de Interpretaciones.
Fundamentación de juicios y opiniones.
La columna izquierda: Reconocer los pensamientos no expresados.Emociones, Inteligencia y Competencia Emocional:Emoción, fisiología, razón y comportamiento.
El ciclo emocional.
Distorsiones Cognitivas y emocionales.
Emociones básicas (alegría/tristeza, entusiasmo/miedo, gratitud/enfado, orgullo/culpa, placer/dolor, asombro/abulia).Autoconciencia, reconocimientos de emociones.
Modelos de Competencia Emocional
Emociones y Estados de Ánimo:Diferencia entre emoción y estado de ánimo.
Cómo surge la emoción.
Estrategias de intervención en la emocionalidad.
La emoción como disposición para la acción.
Los 4 estados de ánimo básicos.
Pasar del resentimiento a la aceptación.
Pasa de la resignación a la motivación.
Trabajo específico sobre emociones:El miedo: como señal que indica una falta de recursos para enfrentar una amenaza.
La culpa: desde la culpa que tortura a un aliado que permite la reparación.
La envidia: transformar el deseo de destruir los logros del otro en una fuente generadora de motivación.
El enojo: convertir el enojo que destruye en enojo que resuelve
Confianza: cómo construir y restituir la confianza.Los celos: su raíz y formas de superarlos.