multiculturalidad y desarrollo humano
AFP
EE.UU., 15 jul. - El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sostiene en su informe 2004, difundido hoy en todo el mundo, que la libertad cultural es esencial para el desarrollo humano.
Si el mundo desea lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio y erradicar definitivamente la pobreza, primero debe hacer frente con éxito al
desafío de construir sociedades inclusivas y diversas en términos culturales, afirma el administrador del PNUD, Mark Malloch Brown, en el prefacio de este informe con carácter anual.
El documento se titula La libertad cultural en el mundo diverso de hoy, y cuenta con colaboraciones del expresidente sudafricano, Nelson Mandela, la premio Nóbel de la Paz 2003, la iraní Shirin Ebadi, y el jefe de Estado afgano, Hamid Karzai, entre otros.
Atención a la libertad
El texto aborda un serie de políticas públicas aplicadas por naciones y comunidades multiculturales, desde la educación bilingüe y los planes de discriminación positiva, hasta los sistemas innovadores de representación proporcional y el federalismo.
Los autores, al frente de los cuales está la directora del informe del Desarrollo Humano del PNUD, Sakiko Fukuda-Parr, sostienen que todo individuo tiene derecho a mantener su identidad étnica, lingüística y religiosa y que la aplicación de políticas que a la vez reconozcan y protejan esas identidades es la única manera sostenible de conseguir el desarrollo en sociedades diversas.
Más que glorificar un apoyo irrestricto a las tradiciones heredadadas o advertir al mundo sobre los supuestos choques inevitables entre civilizaciones, el punto de vista del desarrollo humano exige que la atención se centre en la importancia de la libertad de las esferas culturales, explica en el informe Amartya Sen, el economista indio y premio Nóbel.
En el informe se advierte que la exclusión de grupos religiosos o étnicos y su trato denigrante por el resto de la sociedad tiene como respuesta el activismo político.
En tales circunstancias, la política de la identidad puede polarizar a comunidades y naciones enteras, espacir odio y amenazar con destruir la paz y el desarrollo, precisa. Desde los pueblos indígenas en América Latina y las minorías religiosas del Sudeste Asiático hasta las minorías étnicas de los Balcanes, los chiítas, los suníes y los kurdos en Irak (...) mucha gente se moviliza hoy por motivos étnicos, religiosos, raciales y culturales, se añade.
Por ejemplo, las estadísticas aportadas constatan que en América Latina los indígenas son más proclives a la pobreza pese a ser mayoría en países como Bolivia o Perú.
Asimismo, el informe presta atención a fenómenos como el desafío que representa la inmigración, las políticas lingüísticas y los sistemas políticos más relacionados con la integración, como el federalismo.
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Sólo seis países con Desarrollo Humano Alto en Latinoamérica
Pese a haber vivido tiempos de severa crisis, Argentina continúa siendo el país de América Latina más desarrollado, según la clasificación anual del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo difundida hoy y que Noruega encabeza a escala mundial.
Una esperanza de vida de 74,1 años, una tasa de alfabetización del 97 por ciento de los adultos y una renta per cápita de 10 mil 880 dólares, sumadas a otras variables, hacen de Argentina el país más desarrollado de América Latina y el trigesimocuarto del mundo.
España aparece en el vigésimo lugar en esta lista de 177 países, con una esperanza de vida al nacer de 79,2 años (una de las más altas del mundo), un índice de alfabetización del 97,7 por ciento y una renta per cápita de 21 mil 460 dólares.
En el caso de Noruega, los indicadores dan cuenta de una esperanza de vida de 78,9 años, una alfabetización del 99 por ciento y una renta per cápita de 36 mil 600 dólares.
Completan el orden de los diez países más avanzados Suecia, Australia, Canadá, Holanda, Bélgica, Islandia, Estados Unidos, Japón e Irlanda.
La clasificación está elaborada con datos de 2002 y forma parte del informe anual del PNUD, consagrado este año a La libertad cultural en el mundo diverso de hoy.
En el caso de Latinoamérica, tras Argentina aparecen Chile (en el puesto 34 a nivel mundial), Costa Rica (45), Uruguay (46), Cuba (52) y México (53).
Estos seis países están englobados en el primer grupo de desarrollo, el de naciones con un Indice de Desarrollo Humano Alto.
En el grupo que le sigue, el de naciones que presentan un Desarrollo Humano Medio figuran los siguientes Estados latinoamericanos: Panamá (61), Venezuela (68), Brasil (72), Colombia (73), Perú (85), Paraguay (89), la República Dominicana (98), Ecuador (100), El Salvador (103), Bolivia (114), Honduras (115), Nicaragua (118) y Guatemala (121).
El conjunto de naciones con un Desarrollo Humano Bajo está integrado en su casi totalidad por estados africanos, como Sierra Leona, que cierra la clasificación mundial.
La media de la región de América Latina y el Cáribe arroja una esperanza de vida de 70,5 años -por encima de la media mundial de 66,9 años- una tasa de alfabetización del 88,6 por ciento y una renta de 7.223 dólares por debajo de la media mundial de 7.804.
EE.UU., 15 jul. - El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sostiene en su informe 2004, difundido hoy en todo el mundo, que la libertad cultural es esencial para el desarrollo humano.
Si el mundo desea lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio y erradicar definitivamente la pobreza, primero debe hacer frente con éxito al
desafío de construir sociedades inclusivas y diversas en términos culturales, afirma el administrador del PNUD, Mark Malloch Brown, en el prefacio de este informe con carácter anual.
El documento se titula La libertad cultural en el mundo diverso de hoy, y cuenta con colaboraciones del expresidente sudafricano, Nelson Mandela, la premio Nóbel de la Paz 2003, la iraní Shirin Ebadi, y el jefe de Estado afgano, Hamid Karzai, entre otros.
Atención a la libertad
El texto aborda un serie de políticas públicas aplicadas por naciones y comunidades multiculturales, desde la educación bilingüe y los planes de discriminación positiva, hasta los sistemas innovadores de representación proporcional y el federalismo.
Los autores, al frente de los cuales está la directora del informe del Desarrollo Humano del PNUD, Sakiko Fukuda-Parr, sostienen que todo individuo tiene derecho a mantener su identidad étnica, lingüística y religiosa y que la aplicación de políticas que a la vez reconozcan y protejan esas identidades es la única manera sostenible de conseguir el desarrollo en sociedades diversas.
Más que glorificar un apoyo irrestricto a las tradiciones heredadadas o advertir al mundo sobre los supuestos choques inevitables entre civilizaciones, el punto de vista del desarrollo humano exige que la atención se centre en la importancia de la libertad de las esferas culturales, explica en el informe Amartya Sen, el economista indio y premio Nóbel.
En el informe se advierte que la exclusión de grupos religiosos o étnicos y su trato denigrante por el resto de la sociedad tiene como respuesta el activismo político.
En tales circunstancias, la política de la identidad puede polarizar a comunidades y naciones enteras, espacir odio y amenazar con destruir la paz y el desarrollo, precisa. Desde los pueblos indígenas en América Latina y las minorías religiosas del Sudeste Asiático hasta las minorías étnicas de los Balcanes, los chiítas, los suníes y los kurdos en Irak (...) mucha gente se moviliza hoy por motivos étnicos, religiosos, raciales y culturales, se añade.
Por ejemplo, las estadísticas aportadas constatan que en América Latina los indígenas son más proclives a la pobreza pese a ser mayoría en países como Bolivia o Perú.
Asimismo, el informe presta atención a fenómenos como el desafío que representa la inmigración, las políticas lingüísticas y los sistemas políticos más relacionados con la integración, como el federalismo.
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Sólo seis países con Desarrollo Humano Alto en Latinoamérica
Pese a haber vivido tiempos de severa crisis, Argentina continúa siendo el país de América Latina más desarrollado, según la clasificación anual del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo difundida hoy y que Noruega encabeza a escala mundial.
Una esperanza de vida de 74,1 años, una tasa de alfabetización del 97 por ciento de los adultos y una renta per cápita de 10 mil 880 dólares, sumadas a otras variables, hacen de Argentina el país más desarrollado de América Latina y el trigesimocuarto del mundo.
España aparece en el vigésimo lugar en esta lista de 177 países, con una esperanza de vida al nacer de 79,2 años (una de las más altas del mundo), un índice de alfabetización del 97,7 por ciento y una renta per cápita de 21 mil 460 dólares.
En el caso de Noruega, los indicadores dan cuenta de una esperanza de vida de 78,9 años, una alfabetización del 99 por ciento y una renta per cápita de 36 mil 600 dólares.
Completan el orden de los diez países más avanzados Suecia, Australia, Canadá, Holanda, Bélgica, Islandia, Estados Unidos, Japón e Irlanda.
La clasificación está elaborada con datos de 2002 y forma parte del informe anual del PNUD, consagrado este año a La libertad cultural en el mundo diverso de hoy.
En el caso de Latinoamérica, tras Argentina aparecen Chile (en el puesto 34 a nivel mundial), Costa Rica (45), Uruguay (46), Cuba (52) y México (53).
Estos seis países están englobados en el primer grupo de desarrollo, el de naciones con un Indice de Desarrollo Humano Alto.
En el grupo que le sigue, el de naciones que presentan un Desarrollo Humano Medio figuran los siguientes Estados latinoamericanos: Panamá (61), Venezuela (68), Brasil (72), Colombia (73), Perú (85), Paraguay (89), la República Dominicana (98), Ecuador (100), El Salvador (103), Bolivia (114), Honduras (115), Nicaragua (118) y Guatemala (121).
El conjunto de naciones con un Desarrollo Humano Bajo está integrado en su casi totalidad por estados africanos, como Sierra Leona, que cierra la clasificación mundial.
La media de la región de América Latina y el Cáribe arroja una esperanza de vida de 70,5 años -por encima de la media mundial de 66,9 años- una tasa de alfabetización del 88,6 por ciento y una renta de 7.223 dólares por debajo de la media mundial de 7.804.
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Raquel -